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Por Yaser Dagga – CEO de Galería Avanti | presidente de Frigilux Venezuela

Emprender es una de las decisiones más valientes que una persona puede tomar. Implica pasión, visión, y un compromiso total con una idea que se quiere convertir en realidad. Pero también es un camino lleno de desafíos, y muchas veces, los errores más costosos ocurren justo al inicio.

A lo largo de mi carrera, he tenido la oportunidad de formar parte de diferentes etapas de crecimiento empresarial, desde el desarrollo de nuevas marcas hasta la consolidación de operaciones nacionales. 

Emprender no es fácil. Quien diga lo contrario no ha vivido el proceso de poner en marcha una idea, asumir los riesgos y construir una empresa desde cero. Por eso hoy quiero compartir, desde mi experiencia, algunos errores que veo con frecuencia en quienes están comenzando un negocio, y que, si se identifican a tiempo, pueden evitarse o corregirse.

No se trata de una lista definitiva, pero sí de puntos que me han servido tanto en mis comienzos como hoy, liderando empresas como Frigilux o Galería Avanti.

Enamorarse de la idea, pero olvidar al cliente

Uno de los errores más frecuentes es obsesionarse con la idea original sin validar si realmente responde a una necesidad del mercado. Muchos emprendedores invierten tiempo, dinero y energía en desarrollar productos o servicios que a ellos les encantan, pero que no tienen demanda real.

Antes de lanzar nuestra idea, debemos escuchar al mercado. Hablar con potenciales clientes, realizar encuestas, prueba tu producto a pequeña escala. La retroalimentación temprana, créeme, puede ahorrarte grandes fracasos. Emprender no es sobre lo que a ti te gusta, sino sobre lo que tu cliente necesita, y es importante entenderlo para tener éxito en un mercado tan cambiante.

No tener claridad financiera desde el día uno

Un negocio puede tener una gran idea, una marca atractiva y un producto funcional, pero si no tiene control financiero, está destinado a fracasar. Muchos emprendedores comienzan sin un presupuesto claro, sin conocer su punto de equilibrio, y sin separar las finanzas personales de las del negocio.

Haz de la planificación financiera tu mejor aliada. Define tus costos fijos y variables, estima tus ingresos con realismo, y crea un fondo de respaldo. Usa herramientas básicas de gestión para llevar control de caja. Y si no dominas este tema, busca asesoría profesional. La falta de números claros es una de las principales causas de fracaso en los primeros 12 meses.

Querer crecer demasiado rápido

El entusiasmo por ver crecer la idea puede hacer que muchos emprendedores se expandan sin tener aún una base sólida. Contratar más personal del necesario, alquilar locales costosos o lanzar demasiadas líneas de productos sin control puede ahogar financieramente al negocio.

Un ejemplo que siempre comparto es el inicio del proyecto Galería Avanti. En un principio, la idea era contar con un edificio de hasta 13 pisos, pero pronto comprendimos que lo más efectivo era segmentar cada categoría y enfocarnos en ofrecer solo las que realmente satisfacían las necesidades del cliente venezolano. Con esa estrategia más ajustada, tuvimos lo necesario para arrancar con solidez, dejando la puerta abierta para replantear y ampliar el mercado con el tiempo.

Piensa en crecimiento, pero con pasos firmes. En lugar de expandirse por impulso, consolida primero lo que ya funciona. Asegúrate de tener procesos internos bien definidos, márgenes saludables y un equipo que pueda sostener la operación. Crecer con orden es más importante que crecer con velocidad.

Subestimar el poder de la marca y la comunicación

Muchas personas piensan que contar con un buen producto es suficiente. Sin embargo, en un mercado tan competitivo, la manera en que comunicas tu propuesta de valor puede ser la diferencia entre sobresalir o pasar desapercibido. Créeme, por experiencia te aseguro que una comunicación efectiva es clave para el éxito.

Desde el primer día, trabaja en construir una identidad de marca coherente. Define tu mensaje, tus valores y tu tono. Utiliza redes sociales, cuida la imagen de tus empaques o locales, y asegúrate de ofrecer una experiencia que sea recordada, ten puntos clave que hagan que las personas quieran regresar a tu establecimiento. No necesitas un gran presupuesto para comunicar bien, solo claridad y constancia.

No delegar o querer hacerlo todo solo

Es natural que al inicio uno quiera controlar todo. Pero el exceso de carga puede desgastarte y hacer que pierdas el enfoque. Un emprendedor que intenta ser vendedor, contador, diseñador y gerente al mismo tiempo terminará agotado y poco productivo.

Aprende a delegar lo que no es tu fortaleza, separa las tareas en urgentes y delegables. Rodéate de personas que complementen tus habilidades. No se trata de tener un gran equipo desde el principio, sino de construirlo con inteligencia y equilibrio. Recuerda, el verdadero liderazgo no está en hacerlo todo, sino en guiar bien.

El error no es fracasar, es no aprender

Nadie emprende con todas las respuestas. Todos cometemos errores, pero la diferencia entre quienes perseveran y quienes abandonan está en la capacidad de aprender rápido, corregir y avanzar.

Emprender no es un camino fácil, pero es uno de los más transformadores. Si lo haces con estrategia, con mentalidad abierta y con una visión clara de hacia dónde quieres llegar, cada error se convertirá en una lección que fortalecerá tu proyecto.

Desde mi experiencia, puedo decir que el éxito no depende solo de la idea, sino de la forma en que ejecutas, te adaptas y lideras cada etapa. Y como consejo final, cree en tu capacidad, rodéate de los adecuados, y jamás dejes de aprender.

Yaser Dagga
CEO – Galería Avanti
Presidente – Frigilux Venezuela